En un mundo global, dinámico y con altas exigencias competitivas es imprescindible contar con profesionales calificados en cualquier sector de actividad productiva o de servicios. Tanto la Seguridad Corporativa como la Seguridad Privada, no son ajenas a este contexto y la necesidad de disponer de profesionales altamente capacitados y competentes, se vuelve vital para la mejora continua y el sostenimiento de la calidad de los servicios.
Si compartimos que la causa de la rentabilidad empresarial pasa por satisfacer las necesidades del cliente interno o externo con una prestación de calidad que agregue valor al servicio y desarrolle ventajas competitivas sustentables, entonces la cuestión será saber ¿Cómo lograr satisfacer esas necesidades? Para ello hay que comprender, compartir y comprometerse en desarrollar y sostener cuatro factores básicos:
- Eficiencia.
- Eficacia.
- Efectividad.
- Excelencia del servicio.
Para lograr dichos objetivos se desarrollan distintas acciones formativas, que contribuyen a un mejor rendimiento laboral y al propio desarrollo profesional, competencias que definen a los Responsables de Seguridad (tanto a los Gerentes Ejecutivos como los Mandos Medios) como aquellos que poseen los conocimientos, habilidades y una alta calificación, de tal forma que puedan conducir de manera eficiente y eficaz, tanto como sea posible, todos los recursos a su disposición, a fin de obtener el máximo rendimiento y desempeño.